26 jun 2014

LAS TORMENTAS



LA TORMENTA
Yo tuve un gran amor durante un chaparrón
y sentí aquella vez tan profunda pasión,
que ahora el buen tiempo me da asco.
Cuando el cielo está azul no lo puedo ni ver,
que se nuble ya el sol, que se ponga a llover,
que caiga pronto otro chubasco….

Bueno, dejemos momentáneamente de lado a Javier Krahe y vamos al asunto. ¿Habéis entrenado o competido alguna vez con tormenta? ¿Os ha pillado de lleno? ¿Qué hacéis? ¿Cómo reaccionáis?
Yo tengo una relación de amor-odio con las tormentas. Reconozco que me apasionan, disfruto viendo esas nubes negras y esas descargas amarillas acompañadas de esos sonoros sonidos. Pero también me acojonan. Y me acojonan porque es de las pocas cosas que yo no puedo controlar. Es como si jugaran a los dados contigo.
Me vienen a la memoria algunas carreras, especialmente la primera edición de la Ronda del Cims en Andorra. Salida a las 12 de la noche. Kilian en cabeza, yo detrás y Oscar Pérez y Jordi Martínez de Marsay acompañándome. Llegamos al refugio en la base del Comapedrosa sobre las 2 de la mañana y comenzamos a subir. A más de media subida se desencadenó una tormenta y nos caían rayos por todos los lados. Me paré y pregunté a Jordi y a Oscar a ver que hacíamos. Agua, nieve, rayos, las 3 de la mañana,…precioso panorama. Pero continuamos y Oscar con bastones (el jodío de él decía que si caía un rayo así nos daba a todos,...es que entre amigos lo compartimos todoJ). Al final neutralizaron la carrera en el refugio, pero a nosotros nos pilló de lleno. Lo curioso es que al año siguiente nos pasó lo mismo, sólo que en esta ocasión fue al final de carrera, subiendo al Col dels Meners (2.700m).
También me tocó sufrir el segundo año en el Tor des Geants, yendo con Christophe le Saux, no recuerdo exactamente que estábamos subiendo, pero se desencadenó otra tormenta y tampoco paramos. Y más carreras: la primera edición del Aneto, (creo que esta última también fue espectacular), la carrera de Truchillas,…
Pero donde más se me ponen de punta es en Picos de Europa. Aquí me han pillado un par de veces y no se lo recomiendo a nadie. Recuerdo un día yendo de Cabaña Verónica a Caín por la collada Blanca. Justo en el jou que hay después de la collada antes de bajar el Hoyo Grande Cimero, se desencadenó una tormenta  de las gordas. Me metí debajo de una piedra (algo que parece ser que no se debe hacer, al final expondré unos consejos que parece ser son los que hay que seguir.  De hecho, al día siguiente me enteré que esa tormenta había matado a un montañero y herido a otro en la brecha de los cazadores, el paso que va del Urriellu a Cabrones). Cuando pasó,  seguí con calma ya que pensé que no habría más. Subí La Palanca, bajé a Jermoso y hacia Asotín. Y aquí empezó de nuevo el baile. Otra tormenta. No os imagináis como bajé por la rienda de Asotín! En algún momento creí que un rayo me iba a ensartar contra la pared. Creo que tengo el record de bajada. Que por cierto, es otra cosa que tampoco se debe hacer,….correr.  Aunque esto me recuerda cuando hacía descensos de aguas bravas. Había saltos que producen rebufos. La teoría dice que si caes en un rebufo, no debes hacer nada, no debes luchar contra el agua, sino dejarte caer hacia el fondo, ya que es por donde el agua te “escupe”. Pero claro, a ver quién tiene la sangre fría para hacer esto;  pues eso mismo pasa cuando estás corriendo,…
Pero es que la neura sigue. Vaya semana que tenemos de tormentas. Pero quién se queda en casa sin salir a entrenar. Y más si no puedes entrenar por las mañanas, que es cuando no suele haber tormentas. Estos días (como vengo haciendo otros años) antes de salir, me asomo a la ventana. Miro hacia donde están las nubes más negras. Y salgo en su dirección para cuando las veo ya más cerca, cambiar el rumbo. Por ejemplo, si están al norte, giro al oeste para evitarlas, pero no siempre funciona y tengo que seguir girando, por ejemplo, hacia el sur. No os lo creeréis, pero ha habido alguna vez que las muy cabronas me han seguido por más giros que he hecho (y lo repito, no es coña). Y lógicamente alguna vez me han cazado. Como ayer. Pero también tiene su parte positiva. Pues para evitar que me cacen, me obligan a acelerar el ritmo,...y mucho. Así puedo hacer entrenamientos de calidad. Alguna vez me han cogido lejos de casa, pero lo más lógico es que cuando me pillan, lo hagan entre dos o cinco kilómetros de casa.
 Y así andamos…
Desde entonces jamás he dejado el balcón
no hago más que poner la máxima atención
en cirros, cúmulos y estratos.
La menor nube gris me colma de placer
aunque a decir verdad sé que no han de volver
tan torrenciales arrebatos.

Ojalá mi canción llegue al Pico aquél
a decirle que yo le seré siempre fiel,
que la llevo dentro del alma,
y aunque sople el simún con seca realidad,
un día nos reunirá una gran tempestad
tras la que no vendrá la calma.

PRIMEROS CONSEJOS DE ACTUACIÓN (atención corredores al segundo punto):

-Retirarse de todo lugar alto; cumbre, cima, loma, cresterío... y refugiarse en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir avenidas de agua.

-NUNCA echar a correr durante una tormenta y menos con la ropa mojada, esto es muy peligroso. Creamos una turbulencia en el aire y una zona de convección que puede atraer el rayo.

-Deshacerse de todo material metálico (piolets, bastones, mochilas con armazón...) y depositarlo a más de 30 metros de distancia. Los rayos aprovechan su buena conducción.

-NUNCA refugiarse debajo de un árbol o una roca o elementos prominentes solitarios. Un árbol solitario por su humedad y verticalidad aumenta la intensidad del campo eléctrico. En cambio un bosque aunque sea pequeño (no un grupo de árboles) puede ser un buen refugio cobijándonos debajo de los de menor estatura.

-Alejarse de objetos y elementos metálicos como; vallas metálicas, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, railes de ferrocarril, bicicletas y motocicletas, maquinaria...
La proximidad con grandes objetos metálicos es peligrosa incluso cuando no se está en contacto con ellos, ya que la onda de choque producida por el rayo calienta sobremanera el aire lo que puede producir lesiones en los pulmones.

-Alejarse de terrenos abiertos y despejados, como praderas, cultivos y campos de golf. En estas zonas sobresalimos bastante del terreno y nos convertimos en pararrayos.

-Aislarse del suelo y del contacto con charcos o zonas mojadas. Salir inmediatamente y alejarse de ríos, piscinas, lagos, el mar y otras masas de agua.

-Alejarse y NO refugiarse en pequeños edificios aislados como graneros, chozas, cobertizos...las tiendas de campaña tampoco son seguras.

-NO refugiarse en la boca de una cueva ni al abrigo de un saliente rocoso, el rayo puede echar chispas a través de estas aberturas, algunas son incluso canales naturales de drenaje para sus descargas. Solo estaremos seguros en una cueva si es profunda y algo ancha, mínimo un metro a cada lado.


-La posición de seguridad mas recomendada es colocarse quieto de cuclillas, lo mas agachado posible. Esta posición nos aislará bastante ya que no sobresalimos mucho sobre el terreno tocando solo el suelo con el calzado que según su material nos aislará mucho más.
Podemos sentarnos o tumbarnos sobre un objeto o material SECO y AISLANTE para estar más cómodos, incluso sobre la mochila si no tiene armazón metálico.

-Si notamos cosquilleo en el cuerpo, se nos eriza el cabello, o vemos brillar y echar chispas un objeto de metal HAY QUE ECHARSE AL SUELO INMEDIATAMENTE porque la descarga de un rayo es inminente.

-Si se va en grupo es aconsejable dispersarse unos metros y adoptar las posiciones y precauciones de seguridad, en caso de ir con niños para evitar el pánico o el extravío mantener contacto visual y verbal con ellos. Si un rayo afecta a una persona las demás en contacto pueden verse afectadas por la descarga, por esto mismo también es recomendable alejarse de rebaños y grupos de mamíferos.

-Apagar walkie-talkies y teléfonos móviles, cuyas radiaciones electromagnéticas pueden atraer los rayos.

-El mejor sitio para refugiarse a la intemperie durante una tormenta es un vehículo cerrado, un coche no descapotable, furgoneta, camión...
Dentro debemos apagar el motor, bajar la antena de la radio y desconectarla, cerrar las ventanillas y las entradas de aire. Aunque caiga un rayo en el vehículo este se cargará solo por el exterior mientras que el interior quedará intacto, fenómeno conocido como "Jaula de Faraday", por si acaso de todos modos es mejor no entrar en contacto con ningún cuerpo metálico.

-Es totalmente falsa le creencia popular de que un rayo no cae dos veces sobre un mismo lugar.
Si nos encontramos en una vivienda, refugio o cabaña:
-No asomarse al balcón o ventanas abiertos para observar la tormenta.
-Cerrar puertas y ventanas para evitar corrientes de aire.
-Alejarse de la chimenea y NO hacer fuego en ella o apagarlo si esta encendido. De las chimeneas asciende aire caliente cargado de iones, lo que aumenta la conductividad del aire abriendo un camino para las descargas eléctricas actuando como un pararrayos

-En caso de hallarnos en un piso o vivienda, hay que desconectar los electrodomésticos, los aparatos eléctricos y las tomas de antena de televisión ya que el rayo puede entrar por las conducciones de electricidad y TV causando daños o la destrucción de estos objetos.

-Una buena manera de aislarse es sentarse en una silla que no sea de metal apoyando los pies en la mesa u otra silla tampoco metálicos. Lo mejor es tumbarse en una cama o litera más aún si son de madera.
En el caso de que una persona sea alcanzada por un rayo:
-La descarga eléctrica no permanece en ella, se puede atender con toda seguridad.

-La víctima puede tener quemaduras donde fue alcanzada por la descarga y también por donde esta salió, y en las zonas en contacto con partes metálicas. También puede tener dañado el sistema nervioso, haber perdido la visión y la audición y tener algún hueso roto.

-En todo caso hay que pedir urgentemente asistencia médica y si no respira o el corazón ha dejado de latir tratar de reanimarla con los procedimientos habituales de primeros auxilios.

A QUÉ DISTANCIA ESTÁ LA TORMENTA?
Hay una fórmula para saber a qué distancia se encuentra una tormenta, y si se aleja o por el contrario, se acerca a ti. El sonido viaja a una velocidad de 330 m/sg. Si cuenta los segundos que transcurren entre la visión del relámpago y el sonido del trueno, multiplicas 330 por los segundos transcurridos tendrás los metros a los que está la tormenta. Por ejemplo, si transcurren 6 segundos, multiplica 6 x 330= 1.980 m, casi 2 km.
CINCO TRUCOS DE “HOMBRE DEL TIEMPO” DE TODA LA VIDA:

1) Si por la mañana las nubes tienen un tono rojizo, es probable que llueva al final del día. Por el contrario, un atardecer rojizo augura buen tiempo al día siguiente.
2) Si después de unas horas soplando el viento de repente para, busca cobijo, es la calma antes de la tempestad.
3) Si escuchas una buena serenata de ranas, es más que posible que se avecine una buena tormenta.
4) Escarcha y/o rocío abundante a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde es un indicio de tiempo estable en las próximas horas.
5) El humo de una fogata puede indicar el sistema de presión de la zona: si se queda a poca distancia del suelo puede llover, y si sube en vertical y recto probablemente haga buen tiempo.
6) Haz caso al refrán: “Niebla en el valle, montañero a la calle. Niebla en la montaña, montañero a la cabaña”.

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